La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las

La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
En 1953, Howard R. Bowen definió a la Responsabilidad Social del Empresario como “…las obligaciones de los empresarios para seguir políticas, tomar decisiones o adoptar líneas de acción deseables en términos de los objetivos y valores de la sociedad”. ETICA Y SUSTENTABILIDAD: VALORES BASICOS PARA LAS EMPRESAS

23 de abril de 2015

¿Es medida de manera adecuada la productividad?

A mi entender, la Responsabilidad Social ha servido para poner en el centro al ser humano, considerándolo como un todo y para quien debe servir la economía y no al revés como ha sido hasta ahora.

El comentario anterior surge de una inquietud que me ha seguido por mucho tiempo y que ahora la expongo a la luz pública, a riesgo de cometer un “sacrilegio” o en el menor de los casos un desatino de “un sueño de verano”.

El caso en concreto es que hasta ahora el monto del salario es fijado en términos generales por la productividad obtenida del trabajo realizado, regla o sentencia establecida prácticamente desde el siglo XIX y que se ha convertido en el paradigma para fijar los salarios en prácticamente cualquier organización.

Sin embargo, si nos situamos en aquellos años, la máquina de vapor que vino a sustituir el trabajo humano, su labor era y sigue siendo medida en función de la productividad obtenida por su trabajo. De esta manera y desde entonces la regla para fijar el salario del trabajo humano se equipara también a la productividad obtenida, similar a como se mide el rendimiento de una máquina.

Recordemos también en ese contexto de hace dos siglos que no existía un departamento dedicado al personal, lo más que hubo fue una sección de nóminas a fines de dicha centuria. Cronológicamente después llegó el célebre modelo de “tiempos y movimientos”, que también toma como referencia a la máquina para medir la cantidad de trabajo realizado por el ser humano, siendo este concepto el que se consideró a principios del siglo XX.

Más adelante vino lo conocido como el departamento de recursos humanos, que si bien ya habla del ser humano como tal, lo sigue considerando como un recurso más para la producción. Este concepto sigue perdurando como tal aunque ya se maneja también el término de “Capital Humano”, que toma a la persona como un activo de la empresa.

Este último término implica ya un gran avance al hablar ya del ser humano y que representa un valor monetario; es decir, es un activo y no un pasivo.

Pero todos estos calificativos tienen su origen en la contabilidad y en la economía, pero como lo menciono a un inicio, el ser humano no es un elemento que deba constreñirse dentro de esta nomenclatura.

Este multimencionado ser humano no se deprecia ni se debe medir su rendimiento en términos similares a un artefacto mecánico. Es aunque suene obvio eso: “un ser humano”.

Ahora el cómo medir su rendimiento es la gran pregunta, pero seguramente hay que tomar en cuenta inicialmente que es un ser humano y que necesita unos ingresos mínimos para vivir no solamente sobrevivir, que tiene sentimientos, ideas, días buenos y malos y el trabajo se convierte en una forma de vida. También pueden ser necesarios evaluar aspectos como por ejemplo el ambiente laboral, expectativas de desarrollo personal y profesional, factores que están en función de la misma empresa y que son parte de la Responsabilidad Social de la organización.

En otras palabras y con esto termino: ¿El hombre está al servicio de la empresa o la empresa al servicio del hombre?

Seguiremos platicando …

6 de abril de 2015

Civismo Empresarial

Hasta ahora, la idea mayoritaria sobre lo que significa la Responsabilidad Social Empresarial, consiste básicamente en atender los impactos que tiene la empresa en sus llamados grupos de interés. Sin embargo existe un concepto que busca ir más allá de dicha idea mencionada.

Y ese concepto es el llamado “civismo empresarial”, el cual, palabras más palabras menos, es cuando la empresa se ocupa de atender a la sociedad ante la falta de un gobierno eficaz y eficiente. Al margen de cuestiones políticas sobre cuándo un gobierno cumple con tales calificativos, lo que pretendo resaltar es precisamente el papel que cumple la empresa en la sociedad con este calificativo.

Desde el siglo XIX cuando se implantó el precepto totalmente egoísta y autista de lo que es una empresa, basada en una idea deformada de Adam Smith y que fue ratificada en la segunda mitad del siglo XX por Milton Friedman. Se estableció como paradigma el que la empresa se dedicara única y exclusivamente en satisfacer sus intereses económicos sin tomar en cuenta sus impactos sociales, ecológicos ni económicos.

Con la Responsabilidad Social lo antes mencionado ha sido plenamente rebasado, pero ahora con el civismo empresarial la empresa como organización socioeconómica toma un papel tal vez nunca considerado como una posibilidad real, y si bien alguien lo llegó a pensar en el pasado, tal vez fue considerado como el “sueño de una noche de verano”, algo que ahora ya suena factible.

Considerar el que una empresa aprovechando su capacidad económica, sus nexos comerciales y posiblemente sus relaciones con el gobierno, se preocupe y ocupe en tener en cuenta las necesidades sociales que el gobierno no puede o no tiene las capacidades para atender.

No se trata de una posición del “Buen Samaritano” ni en el otro extremo el pensar que lo hace solamente por hacer negocio y ganar dinero y puede que en cierta medida tengan razón. Sin embargo el hacer negocio no está reñido con la Responsabilidad Social. Lo que lo hace diferente creo, es que a través del negocio está satisfaciendo una necesidad que no es exclusivamente con sus grupos de interés.

Esta posición elimina la actitud autista y egoísta antes mencionada, ubicando a la empresa en función de su giro y especialidad como un instrumento para atender las carencias que pueda tener la sociedad donde se encuentra.

De hecho algunas empresas ya están actuando de alguna manera bajo este concepto aunque no lo mencionan de manera explícita.

El civismo no se refiere únicamente a la convivencia social ni a los aspectos de índole política en el más amplio de sus sentidos, es algo que puede aplicarse a las relaciones comerciales y de negocios y el ejemplo de estas empresas es una muestra clara de ello.

Ante la evidencia de estas empresas con esta actitud cívica, tal vez estemos en el umbral de una nueva era donde la Responsabilidad Social entra al mundo de los negocios de una manera diferente, donde la economía cumpla un papel social, papel en el que la situó Adam Smith y del cual nunca debió haber salido.

Seguiremos platicando ….